mientras el sol brillaba
la piedra se encendía
dentro un nuevo día
nacía de la madrugada
y en el camino que se seguía
entre la vereda más marcada
las huellas de otro tiempo
en la arena se apagaban
ola tras ola llegaban
los pies descalzos acariciaban
y en el murmullo del tiempo
susurraban lo que inspiraban
y tantos momentos vividos
tantos lugares compartidos
tantos abrazos llevados
por dentro en el pecho anclados
y tantos puentes extendidos
entre verdaderos seres humanos
tantos sentidos reunidos
por donde pasamos
a donde llegamos
y aun donde nos tocamos
al recordar
ese momento a “bera mar”
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