En esa plaza consagrada
En esas columnas olvidadas
La gente veía belleza
Que en ellos se reflejaba
El lugar más antiguo
Los ecos de los pasos
De quién pasaba
Jamás olvidaba
Y entre los helechos
Resurgía
Entre la niebla
de la madrugada
Y pensar en su ocaso
Seria algo nuevo
Color entre lo opaco
Eco de algo entero
Música inaudita
Dejando-se llevar
En el corazón del ser
Que por allí volviera a pasar
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