Y llegar a
iluminar
Esa vida tan
querida
Tan amada,
sostenida
En la palma de tu
mano
Cual herida que
sangraba
Y en el pecho
reposaba
Hasta que la mano
que se amaba
Llegaba
Con cariño la
cuidaba
Con su calor la
tapaba
Con el mismo
aliento
La animaba
A que fluyera
A que brotara
Ese licor
perfumado
Que tiene sabor a
océano
Y siempre deja
llevar
En la luz de la mirada
Cuando es por
amor
Traspasada
En el fuego al
recordar
Ese instante a no
olvidar
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