nuestro canto más suave
en nuestro aliento la clave
nuestra bandera es el ave
que vuela y no sabe
de tener que escoger
el camino más vivo
más triste o sentido
que en nosotros
se cree al crecer
ya al nacer de ese ser
que volaba
alas de sueño
sentimiento que se quedaba
en cada retoño
al fin del invierno
en ese algo
más puro y tierno
lo que por dentro
se guardaba
y lo que no olvidaba
lo dejaba descansar
en su pecho tan suave
siendo cual la ave
que vuela sobre la mar
y al levantarse la ola
que navega más sola
baila con ella
se deja mecer
entre las corrientes
flota suavemente
y entre entre esa
la más alta
vertiente
que se crece en el seno
de ese amar ameno
se oye el fragor
de ese calor
bien tan humano
reflejo vivo de lo que proclamo
cuando la hola ruge y se abate
la gaviota que volaba
pasa entre la niebla perlada
y se eleva de nuevo entre la mar
así nosotros bogamos
húmedos de esa agua
y sal nos
levantamos
y seguimos los caminos
tan humanos y vividos
que escogimos al empezar
y un día
quien sabe
la noche se acabe
y las estrellas
nos hablen
de esa luz
del sol al llegar
alba más bien amada
de colores
en la madrugada
de gotas de rocío plantadas
sobre tu piel iluminada
al verla de nuevo al regresar
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