Esa piedra
que admirabas
Cálida en tu mano
Algo Suave el ser tocado
Ese algo sólido
Transformado
Por la fuerza de las aguas
De esas las playas
a las que has llegado
Ese sonido seco, llevado
A ser melodía de colores
Entre cantos rodados
Mecidos por las holas
Pintados como flores
Que en tu imaginación
Se hayan generado
Su pétalas más preciosas
Entre las olas hermosas
Vitrales trasparecidos
Entrando por los sentidos
Sonidos de arena susurrando
De los cantos de tantos cantos
Rodados
En tonos graves cantando
Al ser llevados y traídos
En bailes desconocidos
Meciendo-se en tu ser
Al llegar a ver
Y en esos momentos extraños
En los que te dejas tocar
La espuma sube en tu pelo
Rocío vivo cual un velo
Que te cubre de aromas
Jamás imaginados
Mientras las olas
van lamiendo
Los pies
que has descalzado
Contando secretos
Así murmurados
E la piedra suave y serena
Que se va secando en tu mano
Rueda y brilla si la elevas
Hasta lo más alto
Por la luz del sol
que la va pintando
De los colores del ocaso
Y Si hasta lo más profundo
Llegas, te dejas ir y te entregas
La marea se va alejando
Y si la tiras - así en ti ya llevas
Todo lo que se fue transformando
Desde antes de ser
cual una estrella
Tan bella
Que brillaba
trasparecida
entre las aguas
A ser el mensaje más breve
Que entre los mares
de nuevo enviabas
Tu calor más humano,
el mismo que el de tu mano
Algo desconocido
para ese océano embravecido
Y que de pronto al retirarse
Parece de nuevo calmado
Todo lo que podría decir-te
ese canto rodado
Entre las mareas
piedra humilde
Una joya simple
que tu mano ha decorado
Con todo el Calor Humano
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