Eran tantas las letras dejadas
Sobre las piedras grabadas
En colores
De mil amores
De tierras traspasadas
Por líneas de tenues fronteras
Sin más barreras – encontradas
Era ecos de suaves pisadas
Pesos que así se llevaban
Gentes de otras frentes
Que así se encontraban
Y se llamaban
A donde llegaban
Alrededor del alumbre
De ese fuego en la cumbre
Que une y nos deja soñar
Con humildes flores
Silvestres colores
Que algún día
El viento movía
Y la brisa
Acariciaba
En tu ser
La mirada
De ese horizonte engalanado
Por tu ser
Lluvia y barro
Luz de sol y un barco
Arco de puente
Que se extendía
Entre la luz del amanecer
Del nuevo día
Se levantaba la aurora
Que irradiaba
Y la frente
De colores
Coronada
Por el rocío
o el sudor
en tu caminada
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